Un día 25 de noviembre del 2009 fue el día en que granizaron bolas de golf. Volví del colegio y me pregunté: "¿Pasará algo malo todavía?". Justo llamó mi tío y dijo que se iba a Marruecos. Aquí empezó el chiste malo. Levantó la mano mi padre y dijo: "Mohamed, prepara las maletas". Yo creía que era un chiste, pero no era un chiste, era verdad. Al día siguiente a las 3:00 de la madrugada empezó el viaje.
El coche era un poco grande y gris. Al llegar a Reinosa estaba nevando muy rápido, se atascó el coche y dijo. "Niños y niñas, bajad que el elefante se atascó", y dije yo: "Ha, ha, ha". Le dije: "Tío, ¿no te sabes algún chiste bueno?", y se rió. Me dijo que lo iba a apuntar en la hoja de sus chistes malos.
Llegamos a Madrid y había un sol que casi no puedo explicar cómo era, así que cogí la toalla, se mojó y tuvimos que comprar otra. Tuve la buena suerte de traer botellas llenas de agua congelada para refrescarme, y como tardamos un día y medio me pasé casi todo el día durmiendo.
Dijo mi tío: "Ahí va". Me dijo mi prima que era la hora del mejor chiste de mi tío. El chiste era éste, el de a continuación: "Una rana le dice a otra rana: "¿Por qué nos llaman ranas ojos rojos?" "Porque tenemos los ojos rojos"". Pero no os creáis que era el único ese; ese era el primero, ahora el segundo: "Un sapo le dice a otro sapo: "¿Por qué en el cuento una princesa le da un beso al sapo y se convierte en príncipe?" "Porque estaba hechizado". "Pues yo no pienso darle unbeso a una china o japonesa". Yo por lo menos me dormí tranquilo, porque los chistes eran tan malos que dormí profundamente.
Por fin, gracias a Allah, llegamos a Algeciras, donde pagamos para montar en barco (creo que es eso, para mí es lo que pienso). Tenía que decir que esos son mis primos y tíos de verdad a los que cogían el pasaporte. Montamos en el barco grande, que va muy lento. Yo les dije que nos montáramos en el grande, el pequeño es mi pesadilla. El pequeño va rápido, me monté en él el año pasado y vomité diez veces. Al llegar a Marruecos sólo quedarán seis horas de viaje. Después de dos horas de viaje paramos en un bar en el que había muchas goteras.
Me pasé dos horas durmiendo y las otras dos viendo la película "Up" en el portátil y así terminó el viaje. Llegamos sanos y salvos.
bien
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